Algunos errores habituales en las personas que practican deporte es el bajo consumo de alimentos antes del entrenamiento, con el fin de tener un peso adecuado, o una gran ingesta de alimentos para asegurarse energía suficiente para el ejercicio.
Las recomendaciones de los distintos comités de expertos en nutrición es que la cantidad de proteínas diarias que tendríamos que consumir a lo largo del día esté entre los 0,8 y los 1,2 g/kg/d, pero esto no está asegurado en el caso de una persona que realice gran esfuerzo destinado al entrenamiento.
Alimentación previa al ejercicio
En casi todos los casos la cantidad de vitaminas y proteínas que nuestro cuerpo necesita para responder con la actividad diaria la obtenemos a partir de la alimentación, pero es verdad que en algunos casos es ventajoso el uso de suplementos para responder a ese sobre esfuerzo que supone el ejercicio extra y, a su vez, útiles para mejorar la recuperación funcional del músculo tras el entrenamiento intenso. Algunos días antes de llevar a cabo ese esfuerzo que queremos hacer en el entrenamiento, es conveniente que se regule la dieta en un intento de planificar alimentos y suplemento alimenticio para poder incrementar las reservas de todas aquellas sustancias que van a sufrir un desgaste mayor en el entrenamiento.
Alimentación después del ejercicio
Después de un ejercicio físico, se debería beber entre 1,5 a 2 litros de agua, entre 1,5 y 2 horas después, convendría tomar una comida que contenga vitaminas, hidratos de carbono, potasio y proteínas. Es aconsejable que esta toma cuente con la presencia de frutas y, dependiendo de la intensidad del entrenamiento, el complemento alimenticio más adecuado al deportista, que ayudará a la recuperación funcional del músculo tras el trabajo de fuerza muscular.
Gracias por el mensaje de ayuda! Yo no habría llegado a este otro modo!
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